TIC y Educación, o, el dilema del medio y del diseño
Desde hace varios años es común leer y
escuchar acerca del uso de las tecnologías de la información y
comunicación (TIC) en la Educación. Al entrar al tema, es muy común
terminar repleto de argumentos a favor de la incorporación de dichas
tecnologías en beneficio de la educación porque implica cambios en la
educación. El problema que veo es que en la práctica nunca termina de
quedar claro que el cambio es completo, y termina siendo sólo la
sustitución de medios.
A partir del surgimiento de las TIC, aparecieron algunos cuestionamientos a la educación convencional: se criticó un modelo para afirmar el beneficio del cambio por el cambio en sí; es decir que si se cambiaba al profesor expositor por el uso de computadoras e Internet, se estaba transformando la educación y mejorando el aprendizaje; lo cual no era ni es cierto. El cambio en los medios no implica un cambio metodológico. Muchos recursos electrónicos preparados con fines educativos, y la Internet en sus primeros años, tenían un soporte expositivo. Así que en esencia, se seguía el mismo modelo. Probablemente, al inicio haya sido más interesante para las personas por lo novedoso, pero como todo “juguete nuevo”, luego de un tiempo, aburre.
Además, se tomó el modelo expositivo como una suerte de “enviado maligno” al que había que erradicar, aunque en el fondo, sólo se mantenía su existencia.
Así se llegó a una nueva etapa, en la que el cambio vino por el lado metodológico sobre la base de medios “nuevos” (ya para entonces, no tan nuevos). Ahora el cuestionamiento sí tenía una base en el diseño educativo y le dio mucha fuerza a temas como el Constructivismo y el Aprendizaje significativo, las estrategias didácticas activas como el Aprendizaje Basado en Problemas (extremadamente semejante a la metodología de Proyectos), y el aprendizaje en comunidad. Mi objeción en este punto para algunos casos es que en muchos artículos se presentan estas innovaciones metodológicas amarradas fuertemente a las TIC, de modo que parecieran aspectos inherentes el uno al otro. Ello tiene una repercusión en personas que no tienen una formación en Educación y que buscan “estar al día” o mejorar sus procesos educativos: piensan en el medio como el hacedor del cambio; es decir que regresan a la primera etapa donde las formas usuales de trabajo son adaptadas a un nuevo medio.
Los beneficios de las TIC en la educación no son importantes por el medio, sino por el diseño educativo que es la arquitectura de cualquier proceso educativo, ya sea que emplee o no a las tecnologías.
Y ello debe quedar claro en países con realidades en las que el acceso a las tecnologías de forma sostenida y aplicable de por vida dista de un futuro inmediato.
Encontré un artículo muy interesante sobre este punto:
Aprender y enseñar en entornos virtuales. Por Javier Onrubia
A partir del surgimiento de las TIC, aparecieron algunos cuestionamientos a la educación convencional: se criticó un modelo para afirmar el beneficio del cambio por el cambio en sí; es decir que si se cambiaba al profesor expositor por el uso de computadoras e Internet, se estaba transformando la educación y mejorando el aprendizaje; lo cual no era ni es cierto. El cambio en los medios no implica un cambio metodológico. Muchos recursos electrónicos preparados con fines educativos, y la Internet en sus primeros años, tenían un soporte expositivo. Así que en esencia, se seguía el mismo modelo. Probablemente, al inicio haya sido más interesante para las personas por lo novedoso, pero como todo “juguete nuevo”, luego de un tiempo, aburre.
Además, se tomó el modelo expositivo como una suerte de “enviado maligno” al que había que erradicar, aunque en el fondo, sólo se mantenía su existencia.
Así se llegó a una nueva etapa, en la que el cambio vino por el lado metodológico sobre la base de medios “nuevos” (ya para entonces, no tan nuevos). Ahora el cuestionamiento sí tenía una base en el diseño educativo y le dio mucha fuerza a temas como el Constructivismo y el Aprendizaje significativo, las estrategias didácticas activas como el Aprendizaje Basado en Problemas (extremadamente semejante a la metodología de Proyectos), y el aprendizaje en comunidad. Mi objeción en este punto para algunos casos es que en muchos artículos se presentan estas innovaciones metodológicas amarradas fuertemente a las TIC, de modo que parecieran aspectos inherentes el uno al otro. Ello tiene una repercusión en personas que no tienen una formación en Educación y que buscan “estar al día” o mejorar sus procesos educativos: piensan en el medio como el hacedor del cambio; es decir que regresan a la primera etapa donde las formas usuales de trabajo son adaptadas a un nuevo medio.
Los beneficios de las TIC en la educación no son importantes por el medio, sino por el diseño educativo que es la arquitectura de cualquier proceso educativo, ya sea que emplee o no a las tecnologías.
Y ello debe quedar claro en países con realidades en las que el acceso a las tecnologías de forma sostenida y aplicable de por vida dista de un futuro inmediato.
Encontré un artículo muy interesante sobre este punto:
Aprender y enseñar en entornos virtuales. Por Javier Onrubia
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