LIBROS DIGITALES EN LA EDUCACION ESCOLAR.
LOS LIBROS DIGITALES EN
LA EDUCACIÓN ESCOLAR
El tercer cambio ocurrió a mediados del siglo XV
cuando Johan Gensfleisch zum Gutenberg, en Maguncia, Alemania, puso a
funcionar su imprenta de tipos móviles. A partir de entonces, gracias a
las grandes tiradas posibilitadas por la imprenta de Gutenberg, los
libros, tal como los conocemos hoy, poco a poco se volvieron asequibles
y muy populares.
El Kindle del siglo XVI
Agostino Ramelli: Le diverse et artificiose machine. Paris 1588.
Universitätsbibliothek Salzburg.
Agostino Ramelli: Le diverse et artificiose machine. Paris 1588.
Universitätsbibliothek Salzburg.
Debieron pasar algo más de quinientos años para que
se diera el cuarto eslabón en la cadena evolutiva del libro. Es así
como en el año 1971 nació el Proyecto Gutenberg
que busca ofrecer al público, gratuitamente, la mayor colección de
libros electrónicos, conocidos también como e-Books (hoy ofertan más de
40.000 títulos). Ese año, Michael Hart (1947-2011) digitalizó, en
código ASCII [2], la Declaración de Independencia de Estados Unidos,
que se convirtió en el primer libro electrónico de la humanidad.
En lo concerniente a ese tipo de publicaciones, en
español, en el año 2010, el Diccionario de la Real Academia Española
incluyó bajo la entrada “Libro” la acepción “Libro electrónico” con la siguiente definición:
1. m. Dispositivo electrónico que permite almacenar, reproducir y leer libros.
2. m. libro en formato adecuado para leerse en ese dispositivo o en la pantalla de un ordenador.
Como se puede apreciar en la anterior definición,
los libros digitales o electrónicos se componen de dos elementos. El
primero, un dispositivo que contiene tanto el hardware como el software
apropiados para almacenar y visualizar los libros electrónicos. Este
componente se divide a su vez en dos categorías: a) dispositivos de uso
general como computadores de escritorio, computadores portátiles,
tabletas y teléfonos móviles inteligentes (celulares); y b)
dispositivos especializados para leer libros electrónicos (Kindle,
Nook, Kobo, etc.). El segundo elemento es el archivo digital que
contiene el libro electrónico y que puede descargarse o transferirse al
dispositivo que permite su lectura [3].
Si comparamos los más de quinientos años que tienen
los libros impresos, con los solo cuarenta de existencia de los libros
electrónicos, comprendemos que los segundos están aún en pañales.
Incluso, así como se utiliza el término “incunable” para referirse a
los libros que se imprimieron entre los años 1453 y 1503, se puede
utilizar el término “e-incunable” para los libros electrónicos
producidos entre 1971 y el año 2021. Sin embargo, a pesar de encontrarse
aún en la “cuna”, el crecimiento del mercado de libros digitales es
tan vertiginoso que Amazon,
la librería en línea más grande del planeta, anunció en mayo de 2011
que, en promedio, durante ese año, por cada 100 libros vendidos en
edición rustica, comercializó 115 libros electrónicos [4]. Esta cifra
no puede extrapolarse a la venta global de libros, pues los libros
digitales solo alcanzan un 15% del mercado total [5]. Tampoco
necesariamente significa la desaparición de los libros impresos, pero
si es un fuerte indició que la industria editorial empezó a asumir el
reto de transformarse iniciando por la digitalización gradual de sus
catálogos [6].
DISPOSITIVOS Y FORMATOS
En la siguiente tabla se reseñan los dispositivos
de lectura especializados más populares y se indican los formatos de
libro electrónico que cada uno de ellos acepta. Para ver una reseña más
completa de lectores de libros digitales, recomendamos consultar el
sitio Web “Zona eReader” [7].
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